Caixanova abre hoy, 1 de febrero, el plazo para la presentación de obras para la XI Bienal Internacional de Grabado. Se trata de uno de los certámenes de mayor prestigio y tradición en el mundo de la estampación gráfica y, en esta edición, ofrece 16.500 euros en premios. No en vano, las últimas ediciones de este certamen han acogido más de 10.000 grabados presentados por 6.200 creadores procedentes de 67 países diferentes. El plazo para la presentación de obras se cierra el 30 de junio de 2010.
Un jurado de expertos se encargará de seleccionar las obras que optarán a los galardones, figurarán en el catálogo, formarán parte de los fondos de la colección Caixanova y participarán en las exposiciones que se realicen con posterioridad. El primer premio recibirá una medalla de oro y 9.000 euros; el segundo, medalla de plata y 3.000 euros, y el tercero, medalla de bronce y 1.500 euros. Además se otorgarán cinco menciones honoríficas de 600 euros cada una.
El plazo de admisión finalizará el 30 de junio de 2010, debiendo entregarse o remitirse a la Unidad de Gestión de Obra Social Caixanova en Ourense (Praza Maior, 4 – 32005). Cada grabador podrá concurrir con un máximo de dos obras, inéditas y originales, que no hayan sido presentadas anteriormente a ningún otro certamen. La medida del papel no podrá ser inferior a 50 cm, al menos por alguno de sus lados, ni superior a 70x100 cm.
Trayectoria del Premio
Desde la primera convocatoria del certamen, en el año 1991, las obras presentadas a concurso se multiplicaron por cinco, así como por cuatro el número de países participantes. Hoy, después de 19 años, este certamen no sólo está consolidado, sino que ha alcanzado un puesto de relevancia entre los concursos de sus características que se celebran en el mundo.
Las sucesivas ediciones de la Bienal Internacional de Grabado Caixanova han conseguido acercar al público esta técnica y, al mismo tiempo, apoyarla como una expresión artística de diferentes generaciones. El éxito de participación refleja el gran atractivo que este certamen representa para artistas de puntos dispares del planeta, que concurren con la esperanza de obtener uno de los preciados galardones. Consecuencia de todo ello es una exposición rica en cantidad pero, sobre todo, en la calidad de los trabajos presentados, que debe servir para potenciar y valorar la riqueza que encierra el mundo del grabado.